Al pensar en Alona Beach siempre recordaremos sus noches frente al mar. Las lucecitas de los restaurantes y bares en la misma arena de la playa, fueron lo primero que vimos al llegar aquella noche, y nos enamor\u00f3 al instante. Y lo hizo hasta tal punto que estuvimos a punto de interrumpir nuestro viaje para quedarnos all\u00ed a hacer nuestro divemaster. Pese a ser un lugar tur\u00edstico como otros que ya hab\u00edamos visto en Filipinas, este conservaba todav\u00eda su encanto, y las cosas se hab\u00edan hecho con cierto buen gusto. Faltaba ver si el fondo marino era tal y como esper\u00e1bamos.<\/p>\n

Hicimos 5 inmersiones en Balicasag y una inmersi\u00f3n nocturna en Alona Beach, y todas hicieron justicia a las buenas referencias que nos dieron.<\/p>\n

La visibilidad era tan buena, hab\u00eda tant\u00edsima vida y todo era tan extremadamente f\u00e1cil que cualquiera con unas gafas y unas aletas pod\u00eda disfrutar de un aut\u00e9ntico espect\u00e1culo solo con bajar al fondo y mirar a su alrededor. Sin corrientes ni oleaje era como tirarse en una piscina donde el fondo rebosaba colorido y movimiento por todas partes. Con lo que me gustan las tortugas, jam\u00e1s pens\u00e9 que llegar\u00eda a pasar de ellas. Eran tantas las que ve\u00edamos en cada inmersi\u00f3n, que al final solo hac\u00edamos caso a las que eran especialmente grandes, que sin duda eran las m\u00e1s grandes que hab\u00edamos visto jam\u00e1s. En un mismo momento pod\u00eda llegar a mostrarse ante nuestros ojos dos tortugas inmensas, un banco de barracudas nadando en c\u00edrculos, y poco despu\u00e9s un banco inmenso de jackfish. Y mientras todo esto suced\u00eda, el gu\u00eda te iba mostrando crust\u00e1ceos, stonefish, frogfish, y nudibranquios a cascoporro. Lleg\u00f3 un momento que hab\u00eda que estar ciego para no ver las decenas de nudibranquios grandes como pelotas de tenis que se repart\u00edan aqu\u00ed y all\u00e1.<\/p>\n

Las primeras palabras que repet\u00eda al salir del agua una chica Italiana, con la que hicimos las \u00faltimas inmersiones,\u00a0 <\/span>fueron \u201cI\u2019m in love\u201d, y es que no era para menos. Balicasag enamora a primera vista, a segunda vista, y a las vistas que hagan falta.<\/p>\n

Nuestra inmersi\u00f3n nocturna tampoco se qued\u00f3 atr\u00e1s: sepias, p\u00falpitos, crust\u00e1ceos raros y un precioso pez mandar\u00edn hizo las delicias de una inmersi\u00f3n un pel\u00edn complicada al hacerse en una pared a 15m. Algo un poco inusual para una nocturna, al menos para nuestro punto de vista.<\/p>\n

A unos minutos en coche de Alona Beach, la isla de Bohol guarda un mont\u00f3n de atractivos tur\u00edsticos para aquellos a los que nos gustan los entornos verdes y exuberantes, los paisajes \u00fanicos, y la fauna singular.<\/p>\n

En un d\u00eda de excursi\u00f3n en van, pudimos recrearnos y hacer mil fotos de las chocolate hills,\u00a0 <\/span>los monos tarsiers, serpientes enormes y la frondosa vegetaci\u00f3n.<\/p>\n

La lluvia apareci\u00f3 a medio camino para fastidiarnos nuestro esperado salto en tirolina entre la selva. Que lo anularan fue una decepci\u00f3n grande para Sonia, pero un peque\u00f1o alivio para mi porque soy un \u201ccagao\u201d con las alturas, aunque me habr\u00eda encantado tener la experiencia. A pesar de todo lo que vimos en el tour de un d\u00eda, no pudimos evitar sentirnos bastante turistas guiados como en una excursi\u00f3n del Imserso. Nos habr\u00eda encantado alquilar una moto y perdernos por la isla a nuestro aire, pero desafortunadamente no dispon\u00edamos de m\u00e1s tiempo.<\/p>\n

As\u00ed pues, si deb\u00edamos pasar un mes y medio en alg\u00fan sitio, este parec\u00eda el m\u00e1s indicado: grandes centros de buceo, muchos restaurantes y bares, clases de Yoga para Sonia, un buceo precioso, y la preciosa isla de Bohol parec\u00edan todas garant\u00edas para no aburrirse. La experiencia de la clase de Yoga en un d\u00eda de lluvia en medio de la selva os la tendr\u00e1 que explicar Sonia en otro post si se anima a escribir ;-), pero os adelanto que volvi\u00f3 de un m\u00edstico que ni el dalai lama.<\/p>\n

El sonidito de una tortuga para coger aire al salir a superficie y las noches m\u00e1gicas paseando al borde de la playa completan el mosaico de recuerdos que para nosotros fue Panglao y Alona Beach. La curiosidad por el buceo de Malapascua, del cual hab\u00edamos le\u00eddo era el mejor de Filipinas, y el \u201crollito\u201d de la isla, nos hicieron decidir finalmente no quedarnos hasta completar nuestra ruta planificada. Siempre podr\u00edamos volver si realmente era el lugar donde quer\u00edamos instalarnos.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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