Buceo en Corón – Día 1

El día de hoy se las prometía emocionantes, y no solo no defraudó sino que superó con creces las expectativas. Por fin, y a pesar de no tener todavía nuestra maleta ni partes de nuestro equipo, podíamos empezar a hacer algo por lo que hemos viajado durante tantas horas. No podíamos permitir que un percance logístico arruinara nuestros días en Corón, así que para hoy teníamos planificados tres buceos muy interesantes: Barracuda lake, Olympia Maru y Morazan Maru. Después de desayunar algo en el pueblo, a las 8 de la mañana estábamos probándonos el equipo de alquiler, para después dirigirnos al puerto donde embarcamos en un típico barco filipino. Nada más salir del puerto, nuestra cara empezó a iluminarse de nuevo ante el paisaje. Con el mar plano, y rodeados de islas, parecía que navegáramos por un lago gigantesco.

Pero vayamos a lo que importa: Las inmersiones.

Barracuda Lake

Barracuda Lake es una experiencia sensorial difícil de explicar y que hay que experimentar. Imagina bucear en un lago de película entre colinas verdes y frondosas, al que se accede desde un embarcadero, subiendo por unas escaleras rudimentarias de madera incrustadas en la roca, en medio de una vegetación salvaje. Imagina un lago donde la parte superior es de agua dulce, y a medida que desciendes en metros, se va convirtiendo en salada. Imagina pasar diversas termoclinas con capas de agua que van desde los 30 grados en superficie a los 38-40 a los 25-35m. ¿Ya has imaginado? ¿Difícil verdad? Efectivamente, las sensaciones son únicas, y por supuesto, puedes bucear a pelo y sin traje húmedo. Hay momentos en que parece que la piel te arde. Por lo visto a veces se ven barracudas pero no tuvimos esa suerte, aunque disfrutar de las paredes de roca, pequeños peces y cangrejos fue más que suficiente para completar la experiencia.

Olympia Maru

Al llegar a Corón no éramos grandes amantes de los pecios, más bien todo lo contrario. Nótese el tiempo verbal en pasado, porque después de los dos pecios de hoy nos estamos volviendo unos fans absolutos. Y es que lo que hay por estas aguas no es para menos. Este fue nuestro primer barco hundido, y he de decir que salimos alucinando. De esas inmersiones que repetirías cientos de veces y jamás acabarías. Desde el espectacular coral y la gran cantidad de vida tanto dentro como fuera, pasando por las espectaculares bodegas y salas interiores con escaleras, rollos de cables, puestos de control, máquinas de vapor, agujeros de explosiones en el casco, y todo ambientado en una atmósfera fantasmagórica, daba la sensación de estar volando dentro de un museo repleto de vida.

Morazan Maru

A diferencia del anterior, este barco estaba de costado, por lo que había menos luz en el interior, pero no por ello era menos espectacular, sino todo lo contrario. Al entrar con nuestros focos descubríamos en cada estancia una nueva sorpresa, un nuevo escenario con decoraciones espectaculares. Sin duda, son inmersiones que un buceador técnico disfrutaría como un niño y que para nosotros se nos hicieron cortas. Para mañana pediremos Nitrox sin dudarlo.

Al final de este día, para acabar de mejorarlo, recibimos un mensaje sobre nuestra maleta. ¡Por fin llegaba a Corón! Ya podemos decir oficialmente que estamos los 3 en Filipinas: nosotros y nuestra querida y ansiada maleta.